El aprendizaje asociativo es
aquel que es obtenido a partir de la asociación entre un estímulo arbitrario y
un estímulo gratificante o de castigo. El tipo más básico de este tipo de
aprendizaje es el condicionamiento clásico, el famoso perro de Pavlov: cuando
el perro siempre que veía la comida comenzaba a salibar, Pavlov hizo un
experimento presentando justo antes de darle comida al perro el sonido de una
campana. El resultado fue que cuando sonaba la campanilla empezaba a salibar,
asociando el primer estímulo neutro (el sonido de la campanilla) con la
respuesta (salibar).
Cuando detectamos un estímulo
nuevo el cerebro genera un neurotransmisor llamado dopamina. En la
esquizofrenia, además de en otras psicopatologías, la producción de este
neurotransmisor es elevada, por lo que cualquier cosa aunque sea
insiginificante se convierte en importante para los esquizofrénicos. Los
experimentos se han realizado con animales en el laboratorio: primero se les da
anfetamina para que aumente la producción de dopamina, y después se les inyecta
el fármaco antipsicótico para que se normalice la actividad dopaminérgica.
Cuando se han realizado varias repeticiones del tratamiento se sustituye la
dosis de antipsicótico por una solución inocua y se observan a los animales.
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